Fichas de coches italianos

Información e historia sobre las grandes marcas de coches italianos

Dicen los expertos que Italia es la cuna del arte, y lo cierto es que, a nivel automovilístico, este país también ha contado con genios que llevaron al automóvil a un nuevo nivel.

Todo empezó con pioneros que, ya a finales del siglo XIX, permitieron que marcas de coches italianos como Fiat o Isotta Franchini dieran sus primeros pasos. Muy pronto irrumpirían en escena Lancia o Darracq (posteriormente Alfa Romeo), esta última ya con un claro ojo puesto en las primeras competiciones de velocidad.

Desde el principio, los diseñadores de coches deportivos italianos fueron visionarios que consideraban al coche mucho más que una máquina. Quizá Ettore Bugatti fuera el primer gran ejemplo, un creador excepcional que abogaba por la velocidad y ligereza de sus coches, que parecían cortados por un patrón diferente al del resto de modelos coetáneos.

El nacimiento de una primorosa estirpe de coches deportivos italianos

La primera mitad del siglo XX fue especialmente dura en Italia, pero eso no empañó que, antes de la Segunda Guerra Mundial, Alfa Romeo ya contara con una de las escuadras más potentes del planeta, con Antonio Ascari y Tazio Nuvolari como estandartes, y con Enzo Ferrari en la sombra. Un Enzo que estaba destinado a hacer historia y que a principios de los años 40 creó su propia marca, relacionada para siempre con el emblema de un Cavallino Rampante.

De las ideas de Il Commendatore y de diseñadores como Pininfarina, Bertone, Zagato o Carrozzeria Touring Superleggera nacieron unos coches extraordinarios: 250 GT Berlinetta, 365 GTB4, 375 America, Dino… y la lista seguiría sin descanso hasta nuestros días.

Paralelamente a Ferrari, otros visionarios de marcas de coches italianos perseguían su particular sueño de fabricar superdeportivos únicos. Hablamos de gente como Ferruccio Lamborghini, que de desarrollar tractores pasó a crear el inigualable Lamborghini Miura con el que dejó boquiabierto al mundo de la automoción.

Todo ello sin olvidar la inmensa historia deportiva de Maserati, los extravagantes pero imbatibles diseños de Carlo Abarth y los pequeños fabricantes de los que siempre se ha nutrido la industria del país: DeTomaso, Bizzarrini, Autobianchi, Cisitalia, Stanguellini… En resumen, una historia fascinante que esperamos resumir en capítulos mediante nuestras fichas de coches clásicos italianos.