Con el difícil contexto actual, marcado por el aumento de precios y la inflación desbocada, tanto particulares como empresas buscan en estos momentos ahorrarse cada euro que puedan en sus inversiones.
Centrados ya en el mundo del automóvil, esto está haciendo que el vehículo usado o de ocasión se encuentre en un momento de una gran demanda. Los dos factores principales que explican esta tendencia son su precio menor respecto al coche nuevo, y la disponibilidad inmediata del vehículo, cosa que los concesionarios no pueden ofrecer a día de hoy debido a la falta de stock de materiales.
Pero, ¿sale rentable para una empresa la compra de un coche usado? ¿se puede desgravar una parte del valor de un vehículo de ocasión? La respuesta es afirmativa, siempre y cuando se compre un vehículo a nombre de empresa.
¿Se puede comprar un coche a nombre de empresa?
La respuesta es rotunda: Sí. Para ello, en el caso de las PYMES, simplemente se necesita que el autónomo tenga constituida su empresa como una Sociedad Limitada (S.L).
Lo que muchos no conocen es que no únicamente se podrán desgravar impuestos cuando se compra un coche nuevo de empresa, sino también si se trata de un coche usado.
Beneficios de la compra del coche a nombre de empresa
Dado que la empresa adquirirá el vehículo, este contará como un activo de esta, pudiendo:
- Añadir una parte del pago de la compra como retribución en especie, y en esta parte incluir los gastos de seguro o el mantenimiento previsto.
- En el caso del pago al contado del vehículo, se podrá incluir en los siguientes años una parte de amortización de este.
- En el caso del pago por crédito del vehículo, se podrá contar con beneficios en los intereses. Desgravar el IVA de los gastos generados por el vehículo.
Todo ello son estrategias de financiación y gestión de la empresa totalmente fiables, aunque siempre es recomendable que un gestor aconseje en cada caso, según la empresa y los casos particulares.
Una solución alternativa: el renting para empresas
Cada vez se habla más del renting de coches para empresas, y no es para menos: las ventajas son palpables, y cada día que pasa más empresas apuestan por este modelo.
Los renting funcionan perfectamente para las empresas, ya que ofrecen ventajas económicas a nivel contable, financiero e incluso fiscal:
- Contabilidad: el renting es un gasto contable dentro de la empresa.
- Financiero: no implica un endeudamiento para la empresa, por lo que no afecta a la necesaria capacidad de crédito de todo negocio.
- Fiscal: siendo un gasto que afecta directamente a la actividad profesional, el IVA es deducible hasta su totalidad.
Además, el mercado del renting se encuentra en un momento donde existe una gran oferta, ya no solo gestionada por empresas especializadas en el renting, sino por filiales del sector operadas por bancos.
El renting, a diferencia del vehículo en propiedad, permite incluir todos los servicios en el pago de una única cuota mensual, ya que es la empresa del renting la que se hará cargo del coste por la sustitución de elementos consumibles, reparación por avería, pago del seguro, etc.
Una interesante opción más a tener en cuenta.
