Cuando hablamos de que un automóvil es una máquina eminentemente compleja, lo hacemos porque está formado por miles de piezas que solo cuando funcionan a la perfección permiten una conducción correcta.
Un buen ejemplo es el sistema de dirección del coche, o lo que es lo mismo, todas aquellas piezas y mecanismos destinados a un solo propósito: hacer que las ruedas delanteras giran y nos mantengan en la carretera. A continuación, te explicamos aquello que debes conocer relacionado con la dirección.
¿Qué es la dirección del coche?
Como mencionábamos antes, se trata de todo un sistema de piezas cuyo objetivo es permitirnos girar las ruedas. Para llegar a ello hay un elemento clave y sin el cual no podemos entender un automóvil, el volante, la pieza que nos permite indicar al sistema de dirección el ángulo exacto de giro que queremos aplicar sobre las ruedas.
Pero en la dirección de un coche intervienen muchos otros elementos, tales como los ejes de las ruedas, las rótulas, la caja de dirección (que transmite el giro a los ejes) y la barra de dirección, que conecta al volante con la mencionada caja.
Los tipos de dirección más habituales
Como conductores, muchas veces pasamos por alto el funcionamiento interno de nuestro vehículo, ya que realmente lo que nos interesa es una conducción sin fallos. Pero es muy interesante conocer cuáles son los tipos de dirección que existen, y cuál de ellos equipa nuestro vehículo.
Podemos distinguir tres tipos principales:
- Dirección de bolas: es el que usa las conocidas esferas que transmiten el movimiento, que requieren de valvulina para desplazarse en el interior de la caja de dirección. La dirección mediante bolas es común en vehículos pesados.
- Dirección de cremallera: posiblemente el sistema más habitual, especialmente en turismos. Funciona mediante un piñón que engrana sobre una cremallera untada en grasa, facilitando los movimientos.
- Dirección hidráulica y variantes: cuenta con una bomba de dirección y con una correa con el cigüeñal. La bomba cuenta con un depósito de aceite que es el que activa el movimiento. Cuando es un motor eléctrico el que se encarga de distribuir el aceite, hablamos de un sistema electrohidráulico.
Revisiones generales del sistema de dirección
Dado que en la Inspección General del Vehículo (ITV) se pone especial énfasis en revisar el buen estado del sistema de dirección, se debe revisar el estado de este cada vez que el vehículo pisa un taller mecánico para una revisión.
Estas revisiones suelen incluir un repaso a los elementos más visibles de la dirección y una pequeña prueba dinámica, además de una revisión de alineación de las ruedas. De estos repasos se puede decidir la sustitución de piezas que hayan sufrido desgaste, sea parejo o desigual.
Problemas en la dirección y cómo detectarlos
Desde el asiento del conductor, y aunque no tengamos conocimientos mecánicos, podemos detectar a tiempo ciertos problemas de dirección. No en vano, cuando la dirección no está en un estado óptimo, el vehículo puede perder estabilidad y capacidad de giro. En ambos casos son reacciones muy peligrosas que pueden derivar en accidentes en circulación, algo totalmente evitable.
Podemos citar hasta tres síntomas de que la dirección del coche no está bien, y que se pueden detectar desde el volante:
- Si se escuchan ruidos internos del coche al girar, se debe notificar al taller mecánico. Tal vez sea el momento de sustituir rótulas.
- Si los giros no se realizan con la fluidez habitual de un coche con dirección asistida, se debe avisar al taller. Pueden existir daños en alguno de los sistemas de dirección del coche.
- Si no existe una gran precisión en los giros y las maniobras, también hay que notificarlo. Pueden haber holguras en el sistema, que redunden en que el giro no sea todo lo preciso que debería ser.
Lo más importante es ser conscientes de la importancia que tiene una dirección óptima para la seguridad en circulación, y ser capaces de detectar con antelación cualquier anomalía en su funcionamiento. Por su parte, en nuestro taller mecánico habitual se encargarán de realizar las revisiones periódicas de este sistema y realizar las reparaciones o sustitución de elementos que este pueda requerir.