Entre el 7 y el 9 de septiembre tuvo lugar en el mítico circuito de Goodwood la gran cita anual de carreras de clásicos. La cita de las carreras de verdad, con el cuchillo entre los dientes en todas y cada una de las pruebas, que fueron muchas. Bienvenidos al Goodwood Revival.
De las competiciones de históricos que he tenido la ocasión de ver en Europa -y son ya unas cuantas-, os puedo asegurar que no he presenciado un espectáculo igual en ninguna otra. Las puede haber con más vehículos, con más variedad de modelos o de mayor relevancia, pero tan reñidas y entretenidas como las del Revival, ninguna.

Todos los pilotos que acuden a este circuito saben a lo que se atienen. Da igual que lleves un automóvil de varios millones de euros, si dejas un hueco se te van a meter sin piedad, y si hay un toque… mala suerte amigo. De hecho, todos los años hay accidentes más o menos graves, y algunos de los autos más míticos que participaron han salido escaldados y con heridas en sus maravillosas carrocerías.
Y es que Goodwood no perdona, es un circuito diferente, muy rápido y peligroso, en cuanto se acaba lo negro aparecen unas cuidadas y deslizantes praderas de césped donde, una vez has entrado, sólo el azar decide dónde y cómo acabarás.

Los protagonistas de estas encarnizadas luchas se agrupan en numerosas parrillas con nombres muy británicos: Frodwater Trophy, St Mary´s Trophy, Jack Sears Memorial, Whitsun Trophy, etc., en las que encontramos maravillosos automóviles de todo tipo, monoplazas de GP de los años 30, Formula 1 de los 50, de los 60, coches de sport, turismos, gran turismos…
Este año se celebraba el 20 aniversario del inicio del Revival, y su anfitrión, Lord March (el Duque de Richmond), preparó un exquisito menú para los 140.000 espectadores en el que hubo innumerables sorpresas, como la Revival Winners Parade, una extensa muestra de coches ganadores en diferentes categorías a lo largo de estos veinte años.

También se hizo un merecido homenaje a la figura de Rob Walker, con un nutrida selección de autos de la escudería que llevaba su nombre, los cuales participaron en una exhibición por el trazado inglés.
A parte del programa de carreras, en esta edición hubo una interesantísima exposición de vehículos relacionados con el desaparecido actor Steve McQueen, como:
- La mítica motocicleta Triumph Bonneville de la película «La gran evasión»
- El Ford Mustang 390 GT y el Dodge Charger de «Bullit»
- El Porsche 917 y Ferrari 512 S de «Las 24 horas de Le Mans»
- Algunos coches y motos que fueron de su propiedad, como el Mercedes SL, el Porsche 356 Speedster, el Jaguar XKSS, el Mini Cooper, etc.
En Goodwood, además de todo lo relacionado con la competición, los asistentes pueden visitar las zonas comerciales con muchísimas tiendas de todo tipo, así como disfrutar de un montón de actividades en la zona de ocio, donde se incluye un parque de atracciones y un cine al aire libre, que gracias a que este año la lluvia no hizo acto de presencia, estaban bastante concurridos.
Por supuesto, no se debe pasar por alto la visita al aparcamiento, algo realmente impresionante. Una inmensa explanada de hierba donde los asistentes estacionan miles (no exagero) de coches clásicos de todo tipo, un riguroso repaso a la historia del automóvil.

Este es solo un diminuto aperitivo de lo que en Goodwood Revival se puede ver. Aquí podréis leer nuestra visita a Goodwood Revival 2019.
Texto y fotos: Carlos Sanz (Anchoaphoto), publicadas por cortesía de Clásicos al Volante. Todas las imágenes son propiedad de su autor. Todos los derechos reservados.