Museos Motor

La historia de las 24 Horas de Le Mans a través de su museo

 agosto 6, 2023

Por  Jaume Poch

Le Mans. Un nombre de tan sólo 6 letras que desemboca en un torrente infinito de pasiones, historias y logros. Cuánto con tan poco. Y es que las 24 Horas de Le Mans es, por antonomasia y por derecho adquirido, LA CARRERA.

Hay otras, no muchas, que por distintos motivos también merecen estar en la cúspide del automovilismo, pero ninguna otra ha llegado, llega ni llegará a alcanzar la fama que trae consigo Le Mans.

Es una cita de peregrinaje obligado para cualquier amante del deporte a motor sobre 4 ruedas, y para esta ocasión, la mítica carrera francesa celebraba su 100º Aniversario (que no edición).

Momento perfecto para pasear por el Museo de Le Mans y repasar sus 100 años de historia a través de los modelos expuestos. Y, obviamente, no pudimos resistir la tentación de acudir a la llamada.

Introducción al centenario de las 24 Horas de Le Mans

Para colmo de colofones, en esta edición 2023 de centenario, regresaba de manera oficial uno de los fabricantes que más contribuyeron a la fama de la carrera, y la carrera contribuyó a la fama del fabricante, en una especie de simbiosis. La marca de marcas, el más famoso fabricante de deportivos y coches de ensueño, aquella marca que conoce todo el mundo, que no hace falta más que mencionarla para saber de qué hablamos. Y no podía ser otra que Ferrari.

A través del equipo AF Corse, los de Maranello regresaban a La Sarthe 50 años después de su última participación oficial, y 58 años después de su última victoria. ¿Podía ser más especial? Sí. Y lo fue. El Cavallino Rampante se llevó los mejores tiempos en las sesiones de entrenamientos libres, la Pole Position y la 2a posición en parrilla, y la victoria y la vuelta rápida en carrera. Alucinante, ni en el mejor de los sueños de cualquier aficionado podía imaginarse un regreso tan apabullante y exitoso.

Pero, aunque nos encantaría, no hemos venido a hablar del evento en sí mismo ni de nuestra experiencia, sino de una de las actividades especiales con motivo del centenario.

Entre muchas otras actividades, el Museo de las 24 Horas preparó una exposición dedicada a nada menos que 86 coches míticos de la carrera, entre ganadores (la mayoría) y otros muy destacables. Y además, algunas unidades rodaron en pista para gozo de todos los presentes.

86 coches son muchísimos, de cada uno podríamos escribir páginas enteras sobre él y no nos daría la vida en ello, por lo que hemos decidido hacer un repaso a estos 100 años de 24 Horas a través de los coches expuestos en el Museo. ¿Nos acompañáis?

Inicios de las 24 Horas de Le Mans: 1923-1939

La primera parte de la exposición nos traslada en el tiempo a los inicios de la carrera, las primeras ediciones con la Copa Rudge-Withworth como gran aliciente y primeros duelos entre fabricantes, hasta la triste llegada de la II Guerra Mundial, en que el evento fue suspendido durante 10 años.

En esta sección nos encontramos con algunos de los más míticos coches con el Bentley Sport 3 Litros y el Bentley Speed Six (#41) con los que los aclamados entonces Bentley Boys fraguaron su fama hasta día de hoy. También nos encontramos con el Chenard-Walcker “Tank” de 1925 (#50), un Lorraine-Dietrich B3-6 (#6) o un curioso Tracta A28, del que destaca su eje delantero con el diferencial a la vista, siendo uno de los primeros coches de carreras de tracción.

La década de los años 30 nos regala, entre otros, un precioso Bugatti Type 50 o un Alfa Romeo 8C 2900 Berlinetta, una obra de arte con ruedas cuya carrocería resultaba inevitable no quedarse ensimismado observando las suaves líneas del deportivo italiano.

Los sportscars llegan a Le Mans: 1949-1960

A pesar de que Europa, con mucho sufrimiento, poco a poco se iba resarciendo de la guerra, esto no fue impedimento para que en 1949 se reanudara la, ya en ese momento, más famosa carrera del mundo.

Muchas cosas habían cambiado, la tecnología había dado pasos de gigante y esto se traduciría en coches cada vez más y más especializados, como el Ferrari 166M, el primer Cavallino en llevarse los laureles en La Sarthe, el Porsche 356, el Mercedes 300 SL, el Gordini T20S de 1954 o ya dando un salto tecnológico importante, los maravillosos Jaguar D-Type con dos unidades.

Un precioso Maserati Birdcage daba paso a otra maravilla con ruedas, el Ferrari 250 TR de 1958.

Antes de saltar a la siguiente década, no queríamos dejar atrás los años 50 sin hacer mención especial a uno de los coches más... ¿monstruosos? ¿curiosos? ¿raros? Juzguen ustedes mismos el impresionante Cadillac Le Sabre... apodado por los franceses, “Le Monstre”. Con un carenado íntegro de la carrocería, este sedán americano causó verdadera impresión entre los presentes entonces, y ahora.

Épocas de grandes rivalidades en las 24 Horas: 1961-1969

Los años 60 en Le Mans podrían describirse como una auténtica revolución. La tecnología y la implicación cada vez mayor de marcas y fabricantes trajo consigo alguna de las mayores batallas en pista de la historia del motor.

Empezando el recorrido encontramos varios preciosos Cavallino, en orden cronológico, el maravilloso Ferrari 250 GTO de la NART, el Ferrari 250P de 1963 y el Ferrari 250LM, posiblemente uno de los coches de carreras más bonitos de cuantos han pisado Le Mans. Además, con un cierto halo de nostalgia, pues este coche dio a Ferrari su última victoria... hasta este año.

Inmediatamente dábamos un salto al Atlántico y nos plantábamos en territorio hostil... tan hostil como fue la guerra que presentó Ford para desbancar a Ferrari en Le Mans.

El primero de los Ford GT40 MKII era, como no podía ser de otra forma, la unidad de color negro ganadora en 1966 con Bruce McLaren y Chris Amon al volante.

 Seguidamente, el brutal Ford MKIV victorioso en 1967 daba paso a su archirrival, el Ferrari 330P oficial.

Para terminar la década, más Ford. Bueno, uno más (y vaya uno!): el Ford GT40 MKII de John Wyer con los históricos colores de Gulf, victorioso en 1968 y 1969 siendo además, el primer coche (chasis) que repetía triunfo consecutivo en la Gran Carrera.

Como curiosidad, también teníamos expuesto el Howmet TX de 1968 con motor a reacción con Turbina. El experimento no cuajó demasiado, pero es una muestra más del afán tecnológico que siempre han traído consigo las 24 Horas de Le Mans.

La potencia alemana llega a Le Mans: 1970-1979

Si la década de los 60 estuvo fuertemente condicionada por los italianos y los americanos, para los años 70 el protagonismo pasaría a manos de las potencias alemanas y francesas, ávidas de coronarse en Le Mans.

Aunque, ciertamente, más que “potencias alemanas” deberíamos darle nombre propio, pues fuera un fabricante afincado en Stuttgart el que en esta década empezaría a escribir su más gloriosa historia deportiva... si señores, Porsche en todo su esplendor.

Como no podía ser de otra forma, el recorrido empezaba con el Porsche 917K rojo de la Escudería Salzburgo, ganador en 1970 representando la primera victoria de Porsche en Le Mans, a la que seguirían innumerables triunfos generales y de clase. Seguidamente teníamos al protagonista de la segunda victoria, consecutiva, de Porsche: el 917K de fábrica con los colores del Martini Racing.

A las dos unidades de 917K les acompañaba otra versión no menos especial, y personalmente, mucho más bonita: el Porsche 917LH, la versión de cola larga que rozó los 400kmh. En aquella época... que no es baladí.

Tras deleitarnos con las bestias alemanas de motor de 5 litros, pasamos inmediatamente al trío de aulladores Matra MS670 en distintas configuraciones, pues teníamos un MS670 y dos MS670B en dos versiones aerodinámicas distintas. Aún se nos pone la piel de gallina al recordar el bramido del motor Matra V12 cuando los vimos en pista... ¡y no iban a fondo!

A mediados de la década se nos presentaba un breve paréntesis entre alemanes y franceses para encontrar otro coche, en cierto modo olvidado por los aficionados como fuera el Mirage GR8 inglés, ganador en 1975 con Derek Bell y Jacky Ickx con los colores de Gulf. Y es que, no creo que nadie se olvide de esta unidad, pero resulta difícil pararle atención entre tanto dominio de Porsche y las distintas marcas francesas...

Ya llegando al final de la década, en Le Mans aparecía un nuevo elemento: el Turbo. Los franceses de Renault ya habían participado en anteriores ediciones con el Alpine Renault A442, pero fue nuevamente Porsche con su 936 el que se llevó el gato al agua en 1977 con el Porsche 936/77, de nuevo con Jacky Ickx al volante y de nuevo con los colores del Martini Racing.

Acompañando al 936/77 y como si tomáramos un vermut en la terraza, teníamos otro Martini Racing: el brutal, el sinsentido, el impresionante Porsche 935/78, más conocido como Moby Dick.

Este es un coche que no puede describirse en palabras, resulta tan brutal en todas sus formas y proporciones que no queda más remedio que ver una unidad en vivo para darse cuenta de tamaña monstruosidad.

Y para ir terminando los años 70, podríamos recurrir al refrán de “el que la sigue, la consigue” para referirnos a la victoria de Alpine Renault en 1978 con el A442B, famoso por su burbuja cubriendo buena parte del habitáculo. Para redondear esta sección también pudimos gozar del primer Art Car de BMW, el BMW 3.0 CSL decorado por Alexander Calder para la edición de 1975.

Década de récords en las 24 Horas de Le Mans: 1980-1989

La década de los años 80 empezó de manera convulsa a nivel reglamentario: se acababa una era y la FISA quería empezar otra, lo que trajo consigo una mezcla entre re-actualizaciones y acondicionamientos de antiguos modelos para cumplir la papeleta antes de la entrada en vigor del Grupo C. Y como se suele decir, “a río revuelto, ganancia de pescadores”.

Eso mismo debió pensar Jean Rondeau cuando en 1980 se convirtió en el primer (y hasta la fecha, único) ganador en Le Mans con un coche fabricado y pilotado por él mismo. Acompañado de Jean-Pierre Jausaud, Rondeau consiguió llevar a la meta y cruzar la bandera a cuadros como ganador a lomos de su Rondeau M379B negro, inscribiéndose automáticamente en los libros de historia.

Pero a partir de este momento, los años 80 se convirtieron prácticamente en un monólogo de Porsche. Para 1981, los de Stuttgart habían evolucionado una vez más su ya caduco Porsche 936, ahora en versión 936/81 para ganar la carrera, aplastando ni más ni menos que al equipo vencedor el año anterior, Rondeau, que como dato completaba el podio de 1980 en 2a y 3a posición... a 14 vueltas del Porsche ganador.

En 1982 llegaría el coche de carreras más prolífico de la historia, el Porsche 956 del Grupo C. Ya fuera el equipo oficial Porsche-Rothmans, los equipos privados como Joest, ya fuera en versión 956 como su evolución 962, este modelo(s) ganó 6 veces consecutivas en Le Mans, 4 para los 956 y 2 para los 962. A finales de la década, por muy bueno que fuera el diseño base del Porsche la competencia no se había amedrentado y poco a poco iba plantando cara, hasta que apareció Jaguar con su XJR-9LM y desbancó a los alemanes de una victoria a la que ya se habían acostumbrado.

Como nota de color a tanto Porsche y salvando al Jaguar, en esta sección pudimos disfrutar del coche más rápido de la historia de las 24 Horas de Le Mans: el WM P88 Peugeot. En las sesiones previas establecieron el récord de 407km/h en Les Hunaudiéres, aunque posteriormente y debido a estrategias comerciales de Peugeot se publicaran 405km/h.

La década más variopinta en el circuito de La Sarthe: 1990-1999

La última década del siglo XX empezó en Le Mans con grandes modificaciones y actualizaciones en el circuito, siendo las más destacadas la incorporación de dos chicanes en la recta de Les Hunaudiéres y el nuevo edificio de la recta de meta y Control de Carrera.

En cuanto a la exposición del Centenario, el primer protagonista de la sección era uno de los coches más icónicos que jamás pisaron la pista de La Sarthe, sino el que más. Y por méritos propios.

En una época en que la FISA había cambiado las reglas del Campeonato del Mundo de Sport-Prototipos y el ACO buscaba rellenar cuanto más mejor la parrilla, Mazda se las apañó para conseguir un peso mínimo muy inferior a la competencia para sus Mazda 787B, lo que unidos a un motor cuatrirrotor súper desarrollado los japoneses fueron los perfectos “underdog” y se llevaron el gato al agua ganando la edición de 1991, la primera para un fabricante japonés y, naturalmente, la primera para un motor rotativo.

Siguiendo al Mazda, teníamos presente dos ejemplares no menos impresionante, los Peugeot 905 Evo1 Bis, que se coronaron ganadores en 1992 y 1993. Acercándonos a mitad de la década echamos en falta el Dauer 962 GT1, pero a cambio teníamos expuesto el único, el real, el de verdad, el auténtico McLaren F1 GTR chasis 01R ganador en la edición de 1995. Este coche merece un reportaje a parte, así que ahora no nos explayaremos con él.

De 1995 pasamos a 1996-97 y este par de ediciones estaban representadas por un único coche: el TWR-Joest Porsche WSC ganador en ambas ediciones, esta vez sí, con el mismo chasis, siendo otro de los escasos coches que han conseguido este hito. Este modelo también tiene una historia curiosa detrás, que ampliaremos en el futuro.

La última mitad de la década está considerada por aficionados y expertos como la época más dorada de las 24 Horas de Le Mans, la cúspide de la história de la carrera. Para contextualizar, en 1995 entraba en vigor el reglamento GT1 para Gran Turismo y el reglamento WSC para los prototipos abiertos. En cuestión de un par de años el reglamento GT1 (del que algún día me gustaría hablaros en profundidad) mutó absolutamente y pasamos de tener Gran Turismos como el McLaren a tener auténticos prototipos carrozados como el Porsche 911 GT1 '98, vencedor en la única edición que participó, la de 1998. Además, en los exteriores del museo, en la zona del Village, la unidad pareja del equipo estaba expuesta para gozo y disfrute de todos, así que fuimos afortunados de poder ver a los dos coches que consiguieron el doblete para Porsche en aquella edición.

La de 1999 prometía ser la carrera del siglo, y vaya si lo fue... no menos que 7 marcas de fábrica se presentaron a luchar por la victoria, Toyota estuvo a punto de lograr su primer triunfo pero finalmente fue BMW con su barqueta V12 LMR la que consiguió el único triunfo hasta hoy para la marca bávara.

Audi, Audi, Audi... con permiso de Peugeot (y Bentley): 2000 - 2009

La llegada del nuevo milenio trajo consigo una desbandada general en cuanto a marcas oficiales en Le Mans. De golpe y porrazo los alemanes de Audi se quedaban prácticamente solos en la lucha por la corona y lo que nadie podía presagiar entonces sería un dominio absoluto, algo jamás visto, hasta el punto de conseguir el récord de victorias para los de Ingolstadt.

La sección empezaba con el Audi R8 LMP victorioso el año 2000, aún con los restos de suciedad y arañazos de tal y como acabó la carrera. Acompañándole, teníamos las unidades ganadoras de las ediciones 2001 y 2002, todas con el mismo trío de pilotos: Frank Biela, Tom Kristensen y Emanuele Pirro.

Además de las unidades oficiales del Audi Sport Team Joest también pudimos disfrutar de las unidades ganadoras en 2004 con el Audi Sport Japan Team Goh y de 2005, con el Team Champion Racing. Pero... ¿y 2003? Pues en 2003 Audi hizo un breve parón y cedió el relevo (y los recursos, y la tecnología, y el equipo, y los pilotos) a Bentley, consiguiendo un nuevo triunfo para la marca británica aunque en esta ocasión llevara genes alemanes. Gracias a esto, pudimos disfrutar muchísimo de un coche precioso como el Bentley Speed 8, rodeado de sus primos lejanos de Audi.

Si la primera mitad de la década tuvo un coche claramente dominador en forma del Audi R8, la segunda mitad de la década de los dosmiles no propició demasiados cambios, la firma de los cuatro aros había llegado a Le Mans para arrasar, y siguieron arrasando. Aunque en esta ocasión empezaran una nueva era en Le Mans: la Era Diesel. Su primer modelo propulsado por el combustible agrícola fue el Audi R10 TDI, que dominaria la cita francesa ininterrumpidamente desde 2006 a 2008.

A la batalla de gasóleo se unió Peugeot, otro fabricante que a nivel comercial apostó mucho por este combustible tan del agrado europeo, y no dejó de intentar conseguir nuevamente la victoria hasta conseguirlo en 2009 con el Peugeot 908 HDI FAP, además lo haría con doblete y con el piloto español Marc Gené en el coche ganador, siendo la primera victoria española en la clasificación general absoluta de las 24 Horas.

Abran paso a la tecnología en Le Mans: 2010-2022

La última era en la exposición del Centenario seguía en la misma línea que la década anterior, con el Diesel como dominador de las 24 Horas de Le Mans. Y de nuevo, con Audi al mando, en esta ocasión con un nuevo coche, el Audi R15 TDI Plus. Los de los cuatro aros pondrían después en pista el sucesor del Audi R15, el Audi R18 TDI, en esta ocasión siendo un prototipo cerrado por cuestiones de reglamento (la FIA prohibió los abiertos). Luego llegaría el Audi R18 e-Tron Quattro, ya con tecnología híbrida.

Por suerte, gracias a la nueva reglamentación híbrida, nuevos (o viejos, según se mire) fabricantes volvían a apostar por las 24 Horas de Le Mans, y de esta forma disfrutamos del regreso de Porsche con sus Porsche 919 y de Toyota con sus Toyota TS-030, TS-040 y TS-050 en sus distintas evoluciones y versiones.

Para terminar, y para dar paso a una nueva era, la de los Hypercars, teníamos expuesto el Toyota GR-010 vencedor en 2022.

Conclusiones de la visita al Museo de las 24 Horas de Le Mans

La conclusión de la visita es que, por muchas horas que hubiéramos pasado allí, siempre nos hubiera faltado tiempo para admirar todos y cada uno de los coches que nos hicieron soñar, y deleitarse con los detalles de todos aquellos que hicieron historia.

¡Esperamos que os haya gustado nuestro repaso a la Exposición del Centenario de las 24 Horas de Le Mans!

Texto Jaume Poch.

Fotos: José Alfonso Santiso para RetroRacing.es. Todas las imágenes son propiedad de su autor. Todos los derechos reservados.

Jaume Poch


Hijo y sobrino de pilotos, Jaume conoce todas las facetas del motor: trabaja de mecánico, es copiloto ocasional y modelista a tiempo parcial. También tiene las cosas claras: el coche, japonés y gasolina. Usa un Toyota para el día a día y disfruta los fines de semana con un Miata NA.

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