XVIII Rally Clásico Mallorca – Puerto Portals

El Rally Clásico Mallorca – Puerto Portals llegaba en este 2022 a su mayoría de edad, ya consagrado dentro del calendario europeo de amantes de los coches clásicos. Una prueba que se beneficia del clima primaveral y benigno de la isla de Mallorca (aunque este año la climatología no ha sido del todo amigable con los participantes), la infraestructura hotelera y de servicios, así como la colaboración de Puerto Portals como uno de los principales patrocinadores y donde se ubica el “Parc Fermé”.

Como destacaba Toni Dezcallar, director de la prueba, el Rally contribuye al impulso económico de la economía isleña en lo que es su temporada “baja”, ofreciendo una alternativa al sol y playa que gracias a iniciativas como esta, hacen que el abanico se amplíe de cara al turista que elije la isla como destino vacacional y de ocio.

Después de tener que suspenderse en 2020 el rally debido al inicio del estado de alarma en España, y que el Rally Clásico Mallorca 2021 fuera una prueba sacada adelante con múltiples escollos, sin público y aun con la pandemia campando a sus anchas, este año 2022 era el resurgir del Rally Clásico Mallorca – Puerto Portals, cual ave Fénix.

Cien eran los equipos inscritos entre vehículos de regularidad, competición y los ya conocidos Show Cars que forman parte de la caravana de seguridad, pero que no dejan indiferente al público. Y no es que este número “redondo” fuera una casualidad, sino que era el límite de participantes que podían albergar las instalaciones de Puerto Portals, que también están inmersas en una profunda transformación. Esperemos que el año que viene no tengamos este límite de participantes y con la zona de asistencias ya remodelada. El escaparate promete ser espectacular.

La actividad en el parque cerrado empezaba el jueves por la mañana, este año sin necesidad de acreditarse como el año pasado, y abierto al público. Los visitantes contemplaban con interés las verificaciones y paseaban a sus anchas por el parque cerrado, situado en la dársena del puerto, viendo cómo iban llegando los participantes y sus fabulosos vehículos, que hacían las delicias de niños y mayores.

¿Y quién era el que más expectación despertaba?

Pues entre los múltiples participantes, el italiano Paolo Diana y su Fiat 131 Abarth eran los que más miradas atraían. El carismático piloto italiano, y su mono de Capitán América, no dejaba indiferente a nadie, y los niños (y no tan niños), no paraban de hacerse fotos con él.

La firma de autógrafos en la guía del rally era constante. Paolo en todo momento tenía una sonrisa para los aficionados, sobre todo los más pequeños a los que subía a su coche para que se tomaran fotografías. Una gran inversión para captar a futuros aficionados.

Después de ver cómo pasaba por los tramos, y el jaleo del público a su paso, es de reconocer que la organización del Rally ha dado en el blanco al contar con Paolo para esta edición, causando una enorme repercusión en redes y en medios de comunicación, como ya hizo Jean Ragnotti hace años con su Renault 5 Turbo.

Pero ¿había más competidores en el Parc fermé?

Por supuesto, múltiples equipos procedentes de Europa, pero principalmente de Alemania y del Reino Unido, y así hasta diez nacionalidades diferentes. Y cómo no, incluidos entre ellos,  algunos equipos españoles, entre los que se encontraban los gallos del regional Balear que estaban ahí para enfrentarse cara a cara con los foráneos.

En esta edición cabe destacar que muchos de los equipos era la primera vez que venían a la isla a participar en el Rally, y por las impresiones captadas, no será la última.

Una nota curiosa, es que hay equipos que residen parte del año en la Isla y que incluso disputan algún que otro Rally del regional, por lo que los tramos no les son del todo desconocidos.

Los coches, los habituales en los certámenes de clásicos, en su mayoría Porsche 911 en sus múltiples versiones de los años ’70 hasta versiones de los ’90. También una gran escuadra de Ford Escort, que hacían las delicias del público por la forma que sus pilotos los conducían por las curvas de la Serra de Tramuntana. También algún que otro Jaguar, Ferrari, Lotus…

¿Algún tramo nuevo?

Pues una pista de Drag Races. El último tramo del viernes, en el polígono de Son Bugadellas, de dos en dos los competidores atacaban una recta de 400 metros como hacía Danny Zuko en Grease; y si ya has nacido en este siglo, y no sabes de qué hablo, te servirá cualquiera de las entregas de Fast & Furious.

A parte de este cameo peliculero, cada uno de los tres días que duró el Rally se hizo alguna pasada por el Coll de Sa Creu, y sus múltiples variables. Estos tramos ya son habituales, y muy conocidos por los pilotos, por lo que las diferencias son mínimas.

El viernes por la tarde era cuando la joya de la corona, y la imagen del Rally se vestía de sus mejores galas. Este año con el cielo muy nublado, y con nubes muy bajas que presagiaban una posible niebla (que al final no hizo acto de presencia). Sa Calobra. 14 kilómetros de serpenteante subida hasta las faldas del Puig Major. Este sigue siendo un tramo que solo se celebra en este Rally, y que además ha servido para múltiples rodajes de spots publicitarios.

Los accesos tuvieron que cortarse antes de hora ya que la presencia de público y el poco espacio disponible para el aparcamiento en el tramo podía poner en dificultades a la organización.

El sábado se disputó el tramo de Formentor, también icónico, aunque este año solo desde la playa y no desde el faro al estar la carretera en obras. Este era el penúltimo tramo antes de otra pasada por el Coll de Sa Creu, y directos al parque cerrado donde los supervivientes llegaban con sus monturas después de tres días intensos.

Cabe destacar que este año hubo muchos abandonos; ninguno por accidente grave, pero como curiosidad, muchos de ellos se produjeron el último día. Vehículos que no salieron del parque cerrado ya que estaba lloviendo a mares en alguno de los tramos y la meteorología era adversa.

Principalmente pequeños descapotables como los Triumph o los MG,  donde la capota es meramente testimonial (incluso algún participante comentó que con el casco puesto no la podía cerrar, decidieron no arriesgarse ni poner en peligro estos pequeños tesoros.

¿Y quién ganó?

En Regularidad Media baja, el matrimonio Prym con su Porsche 911 no tuvieron apenas rivales, llevándose el premio a su constancia. En regularidad Media Alta la victoria estuvo mucho más peleada, tramo a tramo por la pareja belga Lamberty / Frankenberg con su Opel Ascona.

En el apartado de velocidad en la categoría de Yougtimer la victoria fue para Dinkel / Lutz con su Mitsubishi Lancer EVO 3, que se encontró con una victoria plácida al tenerse que retirar por una pequeña salida de pista, que rompió su radiador de aceite, el dueto local García / Hensen que dominaban a placer hasta el tramo antes de Sa Calobra.

En la categoría de Velocidad absoluta Perez Jr / Mcelhinney tampoco encontraron gran oposición. En el segundo tramo, los aspirantes y ganadores del regional Balear 2021 Rosenberg /Adolph tuvieron problemas mecánicos lo que provocaron una salida de pista, y el dueto local Galiana / Flores, que también arrastraron problemas mecánicos durante toda la prueba, poco pudieron hacer.

No hay que quitar valor a la victoria de los del Porsche, ya que lo dieron todo en cada tramo. Como invitado al podio también estaba el padre de Seb Perez, Steve, que reaparecía después del grave accidente que sufrió con su Lancia Stratos en el Rally de Ypres Histórico de 2018.

Y hasta aquí dio de sí el Rally Clásico Mallorca – Puerto Portals 2022. Esperamos con ansia la decimonovena edición, que tendrá lugar en marzo de 2023.

¿Quién será el invitado? ¿Qué tramos prepararán? Ya queda menos para saberlo.