El pasado sábado 17 de abril, V-Line.Org nos citaba de nuevo en las instalaciones del Circuit de Calafat.
Sin embargo, este no iba a ser un día más de carreras, pues el promotor catalán había ideado un evento totalmente nuevo en las instalaciones del circuito tarraconense: el primer Rallysprint de Calafat.
Introducción al Rallysprint de Calafat
Nada más entrar en el recinto ya se podía observar claramente lo inusual de la prueba: cintas de seguridad, chicanes artificiales en la pista, carteles de control horario y llegada situada en la salida del pit lane.
Si desde la puerta hasta el paddock ese sabor a rally ya era perceptible, una vez entrabas en este, te topabas directamente con un parque de asistencia en toda regla.
V-Line.Org nos había preparado un Rallysprint al más puro estilo del Rally Show di Monza.
Aprovechando el nuevo trazado de RallyCross, la pista de la escuela de conducción con su piso deslizante, y el propio Circuit con las chicanes y variantes instaladas para los Test de la Fórmula E, se conformaba un tramo divertido y muy completo que los equipos tendrían que recorrer dos veces en ambos sentidos, dándole a la prueba unos nada desmerecedores 32Km de recorrido cronometrado.
Los coches participantes en el Rallysprint de Calafat
Pero, ¿en qué atañe esto a RetroRacing.es? La respuesta es sencilla mirando la lista de inscritos; tres Ford Escort RS MkII, dos Porsche 911, BMW M3 E30 Y E36, Seat 124 1800 y Fura Crono, Opel Ascona, Citröen Visa Trophee, entre muchos otros.
Casi la mitad de los 46 equipos inscritos lo hacían con vehículos ya históricos. ¿Cómo nos lo íbamos a perder?
Si en lo deportivo, el equipo Domingo-Míguez se hacía con la victoria con el Peugeot 308 N5, el hipotético trofeo al espectáculo y la diversión, tanto propia como de aquellos que lo pudimos ver, fue para la dupla formada por Antoni Rius y Juan Ortiz con SEAT 124-1800, ya que dieron un auténtico recital de conducción con vehículo de propulsión.
Cruzada tras cruzada, pero sin llegar al extremo de la pérdida de tiempo excesiva de otras disciplinas, Rius demostró sus dotes como piloto ex-oficial de Seat Sport que es, y además se llevó el triunfo en la categoría de Regularidad Super Sport.
Si habláramos de otro trofeo o premio hipotético que otorgar, y totalmente subjetivo, que fuera al coche más bonito/mítico del evento, este en mi humilde opinión se habría ido a manos del BMW M3 E30 grupo A, réplica Pep Bassas de la familia Castañé, padre al volante e hijo a las notas.
Un coche evocador que despertaba la sonrisa de todo aquel que lo veía en el parque de asistencia, y que dio también su ración de espectáculo por el sinuoso trazado del Rallysprint.
Pero los coches clásicos no dieron que hablar solo por su belleza o espectacularidad, ya que en la parte alta de la clasificación se metieron los peleones “GTI” de finales de los 80 y principios de los 90. Con sus distintas preparaciones y evoluciones, estos pequeños coches dieron mucha batalla a las monturas más modernas, y no hay que ir más que a la clasificación final para comprobarlo. Segundos clasificados absolutos fueron Jordi Oliva y Sara Oliva, con Peugeot 205 Maxi, y tercero se coló el Volkswagen Golf G60 de Alex Font y Joan Font.
¿Hasta cuándo estos 205, Clio mk1, Citroën Saxo, Gt Turbo, Golf y demás van a estar dando guerra en los tramos? ¿Son acaso incombustibles?
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Resultados de Regularidad del Rallysprint de Calafat
En lo que respeta a las categorías de Regularidad, los vehículos históricos coparon el total de la inscripción. En Regularidad Super Sport, detrás del ya mencionado 124-1800 de Rius, se colocaron Xavi Faixedas y Joan Jordan (BMW 325 IX), y Arturo Rubert y Roberto Rubert (Ford Escort RS MKII).
El triunfo en Regularidad Sport fue para uno de los Porsche de nuestros amigos de Nou Onze, el de Jordi Fanlo y Francesc Segú (Porsche 911 SC), seguidos de Albert Rosa y Jan Rosa (Peugeot 205 GTI) y Antonio Cubero-David Cubero (Porsche 911), también del Nou Onze Team.
En resumen, fue un día en el que tanto V-Line.org como el Circuit de Calafat nos sorprendieron con una nueva prueba que, por su dinámica y entretenida fisonomía, estamos seguros de que será de gran aceptación y seguimiento por el público, una vez este ya pueda acudir a los eventos con normalidad. Pues si algo faltó en este evento fue a ellos y ellas, la afición que tanto calor da a los equipos, y que crea ese ambiente tan especial que todos echamos de menos.
Cuando las medidas sanitarias lo permitan, no dudes en acudir a un rallysprint como el de Calafat. Ver un rally en un circuito es una mezcla que seguro que no te defrauda.
Texto y fotos: Carlos Casimiro para RetroRacing.es. Todas las imágenes son propiedad de su autor. Todos los derechos reservados.