No descubrimos nada si explicamos que, durante los últimos años, el crecimiento del interés por el renting de coches ha aumentado de una forma exponencial. Distintas razones, tanto sociales como especialmente económicas, han permitido que muchos conductores se acerquen por primera vez a esta forma diferente de usar y mantener un vehículo.
Además, el mercado del renting se encuentra en un momento donde existe una gran oferta, ya no solo gestionada por empresas especializadas en el renting, sino por filiales del sector operadas por bancos.
¿Cómo encajan los bancos en el alquiler de largo plazo de vehículos, y qué razones han llevado al auge del renting de coches? Los repasamos a continuación.
Renting de coches gestionado por bancos: las claves
Ventajas para las empresas
Tampoco sorprenderá a nadie descubrir que los renting son unas fórmulas especialmente beneficiosas para las empresas, ya dispongan de solo unos pocos vehículos de renting o grandes flotas. Aquí encajarían ejemplos tan diversos como el de una gran empresa que contrata centenares de vehículos profesionales de renting, o una PYME que pueda requerir un solo vehículo pero muy polivalente, como un Peugeot 3008 de renting de La Caixa. A día de hoy, existen opciones para todas las necesidades.
Un renting, especialmente los gestionados por bancos, ofrece ventajas económicas a nivel contable, financiero e incluso fiscal:
- Contabilidad: el renting es un gasto contable dentro de la empresa.
- Financiero: no implica un endeudamiento para la empresa, como sí lo hace la compra de un coche nuevo, por lo que no afecta a la necesaria capacidad de crédito que todo negocio debe tener para hacer frente a inversiones e imprevistos.
- Fiscal: siendo un gasto que afecta directamente a la actividad profesional, el IVA es deducible hasta su totalidad.
Razones para contratar un renting
Cuota mensual
El gran caballo de batalla de los renting, que les permite crecer en cuota de mercado respecto a la compra y al leasing (una opción de alquiler de largo plazo, pero con cuota de entrada y opción de compra) es que solo implica un coste asociado, el de una cuota mensual.
Mediante esta cuota, el arrendatario del vehículo (particular o empresa) puede disfrutar del automóvil durante la duración del contrato sin ningún otro gasto asociado. Esta cuota mensual incluye desde asistencia en carretera y revisiones a las posibles reparaciones que puedan surgir y, en ocasiones, incluso el cambio de elementos de desgaste como los neumáticos. En resumen, libera de cargos asociados a la posesión del vehículo.
Reduce los tiempos de gestión de los bienes
Asociado con el anterior, al ser la empresa o el banco los propietarios del vehículo, el arrendatario de un renting de coches queda liberado de gestiones que consumen tiempo y recursos, como resoluciones de incidentes, pago de impuestos o contrataciones de seguros, entre otros.
Permite disponer siempre de automóviles de última generación
Esto es vital tanto desde un punto de vista medioambiental y de reducción de consumos, pero también en lo referente al acceso a las grandes ciudades, que en los próximos años reducirán drásticamente el acceso de vehículos a sus núcleos urbanos.
Solo disponiendo de un automóvil de última generación, con etiqueta medioambiental, se podrá seguir circulando con normalidad por las ciudades y áreas metropolitanas.
Se adapta a las necesidades del arrendatario
Precisamente por tratarse de un alquiler a largo plazo, un renting tiene la virtud de poderse adaptar al momento vital y las necesidades del arrendatario.
Una vez terminado el contrato de renting, el nuevo puede ser para un vehículo más grande, si las necesidades de movilidad han cambiado, más pequeño, tal vez un SUV de renting si se busca aumentar el confort o incluso un vehículo comercial. La adaptabilidad de esta forma de movilidad es total.