Hace unos días falleció a los 95 años de edad el ingeniero australiano Ron Tauranac, más conocido por su papel como diseñador de los monoplazas Brabham. Él y su socio, el piloto Jack Brabham, tres veces Campeón del Mundo, se asociaron en 1961 lanzando el Brabham BT1 de Formula Junior y en 1962 mostraron al mundo su primer Formula 1. Pronto llegarían los éxitos y las victorias. Ambos destacaban por su sentido común, y fue una asociación extrañamente plácida.
Brabham fue el mayor constructor de chasis de Formula de la década de los años 60, compitiendo en Formula 1, 2 y 3; y las americanas Formula B y Fórmula A para las 500 Millas de Indianápolis. Más de 500 chasis construidos, y otras tantas victorias.
Se dice de Brabham que era la marca favorita de los equipos privados, con modelos sencillos y de fácil reparación. Sus coches evolucionaban paulatinamente y eran adeptos a los chasis tubulares, el “space frame” de los ingleses; su rigidez era comparable a la mayoría de los monocascos y aerodinámicamente siempre fueron muy eficientes. Sus diseños fueron copiados, signo de eficacia.
Los coches diseñados por Tauranac consiguieron dos Campeonato del Mundo de Formula 1, tanto de Pilotos como de Constructores, en 1965 y 1966. En esos años diseñaron un motor, el Repco, a partir del bloque del Oldsmobile 3.5 V8. Con 350 CV era poco potente, pero ligero y fiable, y fue una combinación perfecta para que Jack Brabham y Denis Hulme se llevaran los dos campeonatos. En 1966 también dominaron el Campeonato Europeo de Formula 2, equipados con el motor Honda de 1000 cc, y también obtuvieron repetidos éxitos en la F2 de 1600 cc, conducidos sobre todo por Jochen Rindt.

En 1970 Ron Tauranac diseñó el primer monocasco, el Brabham BT33, que ganó en su aparición en el G.P. de África del Sur. De este derivó en 1971 el Brabham BT34 “Lobster” que vimos correr en Montjuïc a manos de Graham Hill y Tim Schenken, representado en la foto de portada de este reportaje.
A principios de 1972, viendo los cambios que empezaban a llegar a la Formula 1, Ron Tauranac vendió Brabham a Bernie Ecclestone, marca que fue dirigida a partir de entonces por Gordon Murray como diseñador.
A partir de ese momento, Ron Tauranac fundó Ralt junto a otros socios y se especializó en el diseño de monoplazas para las fórmulas de promoción que tan bien conocía. Así nacieron coches como el innovador Ralt RT3, conocido comúnmente como el primer Formula 3 con efecto suelo, demostrando una vez más el ingeniero su avanzada visión del automovilismo de la que siempre hizo gala.
Sirvan estas fotos de tres de sus coches más recordados para rendirle homenaje. Descansa en paz, Ron Tauranac.



Texto: Manuel Serrano. Fotos (por orden de aparición): Manuel Serrano, Joan Segura, Sergi Blasco. Todas las imágenes son propiedad de sus autores. Todos los derechos reservados.