
La situación actual hace que ahora, más que nunca, pensemos con nostalgia en volver a disfrutar de las rutas favoritas al volante de nuestros coches.
La parte buena es que ya queda menos para que esto ocurra. Por ello, desde esta web queremos empezar a compartir algunas de estas escapadas por nuestro territorio, con intención de que cuando llegue el momento, todos tengamos ideas entre las que elegir.
Vamos a tomar como epicentro para estas rutas en coche la Costa Brava, por lo que todas son fácilmente accesibles desde ciudades turísticas como Lloret de Mar, Roses o Girona, que cuentan con todos los servicios principales. De hecho, si no disponéis de vehículo propio, se puede recurrir a alguna de las muchas oficinas de alquiler de coches en la Costa Brava.
Y elegimos esta región no solo por ser una zona natural con un paisaje espectacular, también por alojar algunos de los tramos de rally más legendarios del país, aquellos que los buenos aficionados conocerán curva por curva por su presencia durante años en el Rally Costa Brava. ¡Empezamos!

Ruta 1: Sant Feliu – Canyet
Empezamos con un clásico de los tramos nacionales. La carretera de Sant Feliu de Guíxols a Tossa de Mar (GI-682) es un auténtico imprescindible para cualquier conductor que busque disfrutar de una buena sesión de curvas.
Aproximadamente la mitad de esta carretera ha sido usada históricamente como el tramo de rallyes de Canyet, por el que han discurrido multitud de eventos automovilísticos durante las últimas décadas. Pocas carreteras hay en el país como esta.
Ruta 2: Tossa de Mar – Lloret de Mar
El tramo comentado anteriormente continúa hasta Lloret de Mar, con una zona de fuerte desnivel en la parte final y unas vistas impresionantes de las pequeñas calas de Cabdells, Canyelles o Cala Llevadó.
Un paraíso para los aficionados a las rutas en coche con un punto paisajístico.



Ruta 3: Calonge – Romanyà
Entramos un poco al interior para proponer otro tramo conocido, Romanyà, que a su vez es interesante para el conductor. La carretera sale de Sant Antoni de Calonge, otro de los centros turísticos de la Costa Brava, y empieza a subir hacia las montañas gerundenses.
La vía se estrecha, las curvas se acentúan y la ruta es realmente bonita. Una vez en Romanyà, la carretera continúa hasta Llagostera, desde donde se puede subir a nuevos destinos.
Ruta 4: Roses – Port de la Selva – Vilajuïga
Esta última ruta nos lleva a la zona más al norte de la Costa Brava, la del Alt Empordà, que limita con Francia. Y es que aquí podemos disfrutar de unos parajes de excepcional valor natural, como son el Cap de Creus, la Serra de Rodes y la Serra de l’Albera.
Saldremos de Roses para empezar un tramo de curvas que, aunque no excesivamente largo, nos garantiza un mínimo de una hora larga de diversión constante. La carretera que va hacia Cadaqués es preciosa, una vez más, ganando una gran altitud de manera rápida. Luego se debe tomar la desviación hacia el Port de la Selva, bella localidad marinera todavía bastante auténtica. La ruta se hace cada vez más estrecha, y siempre hay que ir con cuidado con autobuses de línea o autocares de turistas con los que nos podemos encontrar fácilmente.
Una vez en Port de la Selva, donde se pueden admirar sus vistas de la Costa Brava, continuaremos cruzando la Serra de Rodes, pasando junto al Monestir de Sant Pere de Rodes, una impresionante construcción del románico de extraordinaria belleza. Tras un último tramo en dirección oeste, llegaremos a Vilajuïga, ya muy cerca de Figueres.
Y vosotros, ¿tenéis alguna ruta en coche favorita por la Costa Brava?