En este artículo, redactado hace ya unos años, repasaremos uno de los campeonatos de automovilismo más espectaculares a la par que desconocidos en nuestro país: el Trophée Andros de carreras sobre hielo.
Este campeonato, debido a que como su nombre indica requiere de circuitos preparados para circular sobre hielo, se celebra solo en la época invernal, siendo normalmente su calendario dividido en unas 7 u 8 citas que se disputan entre diciembre y febrero.
Una de las características principales del Trophée Andros es justamente que las carreras se disputan en espectaculares entornos, normalmente en circuitos preparados para tal evento situados a los pies de algunas de las más conocidas pistas de esquí de los Pirineos y los Alpes (Chamonix, Alpe d’Huez o Clermont-Super-Besse entre otros). Las carreras, por lo tanto, se celebran a alturas próximas e incluso superiores a 2000 m. de altura, lo que en épocas invernales significa, por norma general, nieve, frío y hielo de sobras.
El campeonato, como se ve en los lugares que visita, es casi 100% francés. La organización y prácticamente la totalidad de pilotos que participan son franceses, muchos de ellos bastante conocidos en su país, y solo con alguna excepción de pilotos venidos puntualmente de Canadá, Suiza e incluso Finlandia, gozando además de la proximidad y distensión que se respira en la mayoría de participantes, que lo toman como una distracción durante la temporada de invierno.
El Trophée Andros no visita España ya que, si no me equivoco, no disponemos de trazados preparados para ello, pero sí que es tradición la disputa de una prueba en el circuito de Granvalira situado en El Pas de la Casa (Andorra). Además, éste circuito tiene el honor de ser el más alto de Europa (2.400 m.).
Vivir en directo el Andros es realmente un espectáculo digno de presenciar, ya que es una manera única de sentir el automovilismo, dada la altura y las temperaturas negativas que se registran, y la prueba en Andorra es la que tenemos más próxima para disfrutar del espectáculo.
Hablando un poco de historia, el Trophée Andros nació de la pasión por las carreras del expiloto Max Mamers y del dueño de la empresa Andros de zumos y compotas (buenísimos, aunque muy difíciles de encontrar en España) Fréderic Gervoson. Ambos, tras pasar unos inviernos corriendo con unos amigos en circuitos de hielo, decidieron “profesionalizar” aquellas carreras y convertirlas en un campeonato de carreras sobre hielo. Hablamos del año 1990.
Desde entonces el Trophée Andros creció rápidamente, convirtiéndose ya a mediados de los 90 en un campeonato reconocido y único en el que se daban cita durante el invierno grandes pilotos (Yvan Muller, Marcel Tarrès) pilotando vehículos míticos como Opel Tigra, BMW Compact, Citroën Xsara, etc. El piloto más laureado es el francés Yvan Muller (triple campeón del mundo de turismos) que acumuló 10 títulos en 11 años entre los años 1995 y 2005.
Tras él, el otro gran nombre del Andros es Alain Prost, que tras unos cuantos años en el campeonato para no oxidarse y divertirse sumó 3 títulos, el último a manos del curioso Dacia Lodgy.
Y precisamente lo que nos falta es hablar sobre los vehículos que participan en el Andros, pues gran parte del buen nombre del campeonato es debido a los vehículos participantes.
Estos vehículos son denominados Silhouette, término que se utiliza para los vehículos que todos montan el mismo chasis tubular y en los que solo cambia la “silueta”, la carrocería en fibra de vidrio que les da la apariencia exterior. Es decir, que todos los coches son en su interior iguales pero exteriormente vemos pasar BMW Serie 1, Mini Countryman, Skoda Fabia o Renault Clio entre otros, dando mucha variedad y colorido a las parrillas.
Mecánicamente los coches del Andros montan motores V6 atmosféricos de 3.0 litros situados en la parte central del coche y que rinden entre 340-350 CV. Esto, sumado a que los coches son 4 ruedas motrices y directrices, da como resultado unos coches muy vistosos, rapidísimos y con los que no hay que tener miedo al contacto. Ah, y con rueda de clavos para agarrarse bien al hielo a la par que deslizándose por todo lo ancho del circuito. Resultado: carreras rápidas y con mucha acción.
El formato de carreras del campeonato es realmente muy complejo, y simplemente explicar que las tandas de clasificación donde cada piloto da 3 vueltas seguidas al circuito valen tres veces más a nivel de puntuación que las carreras, que no duran más de 6 o 7 minutos y que, debido a lo estrecho de los circuitos, hace que los adelantamientos sean muy difíciles.
A nivel de pilotos, en los últimos años el Andros tiene un plantel de auténtico lujo, mezcla de pilotos ex F1 y otras categorías, jóvenes promesas… nombres como Jacques Villeneuve, Olivier Panis, Frank Lagorce, Jean-Philippe Dayraut, Romain Grosjean, Nicolas Prost, Bertrand Balas, Benjamín Riviere, Paul Belmondo… entre muchos otros.
Y como último apunte tenemos que destacar la apuesta por las nuevas energías del Trophée Andros, que queda demostrado con la organización de un campeonato que se disputa con coches eléctricos como carrera complementaria a los Silhouettes. El Andros tiene el honor de haber organizado el primer campeonato de coches 100% eléctricos del mundo.
Son menos espectaculares, pero estos pequeños prototipos de 90 kw (122CV) y 160 km/h marcan el futuro de éste tipo de competiciones. No es descabellado, un campeonato organizado en plena naturaleza es fantástico que apueste por las energías renovables… ¿no?
Artículo publicado originalmente por el autor en gohobby.com. Todas las imágenes son propiedad de sus autores. Todos los derechos reservados.
