TVR Griffith

Fotos del TVR Griffith

El coche más elegante de los 90

Es increíble cómo un nombre de modelo puede aplicarse a coches completamente diferentes. El TVR Griffith original de los años 60 era una máquina ruda, tosca, rápida, mientras que el hermoso Griffith de los 90 fue un deportivo biplaza extremadamente bonito y elegante. Citando una de las revistas británicas que lo probaron al principio de su vida: "Tan cerca de la grandeza, que duele...", lo que realmente resume el milagro logrado por el pequeño equipo de desarrollo de Blackpool.

Sin embargo, el coche que concibieron originalmente no era el coche que salió a la venta. Al principio TVR decidió convertir un chasis V8 S, con un nuevo estilo de carrocería, que fue lo que se mostró en el Salón del Automóvil de 1990. 

El nuevo modelo, que finalmente salió a la venta en 1993, era más sofisticado. Todo el mundo quedó sorprendido con su aspecto, ya que no había una línea recta ni un plano en evidencia, ni parachoques que se interpusieran en el camino del flujo de aire, y ni un solo defecto en general.

En cambio, había un estilo, diseñado en casa, que comenzaba con una rejilla ovalada flanqueada por los faros , pasaba por las puertas que no tenían un método exterior de apertura, y llegaba a la zaga, también curvilínea.

Oculta dentro de esta deseable máquina biplaza, como era habitual en los TVR de esta época, se encontraba una versión muy modificada del motor Rover V8 de aleación ligera con inyección de combustible y su correspondiente caja de cambios de cinco velocidades, con suspensión totalmente independiente, frenos de disco en las cuatro ruedas, ruedas con llantas de aleación y dirección de cremallera y piñón.

Al principio, los Griffiths se vendían como coches de 240 CV/3,9 litros, o de 280 CV/4,3 litros, siendo el tipo más grande y rápido capaz de alcanzar más de 260 km/h. Tampoco estaba disponible a precios bajos, ya que para conseguir el de 280 CV en 1992 había que pagar unas 30.000 libras.

El gran auge de las ventas se produjo de inmediato, ya que más de 600 coches -más de la mitad de los TVR que se montaban en ese momento- se entregaron en 1992. TVR introdujo entonces Quimera, una máquina más grande, de alguna manera más suave y sutilmente menos deportiva que el Griffith, y el Griffith perdió relevancia. Pero no por mucho tiempo. El Griffith 500 apareció entonces en 1993, un coche que combinaba una versión completa de 5.0 litros de motor, pero que entregaba 325 CV, y la demanda continuó en ascenso. 

Para entonces, la dirección asistida era una opción, la velocidad máxima era de más de 270 km/h, pero ni el estilo ni el atractivo habían disminuido.

Características técnicas del TVR Griffith

Motor

Ocho cilindros, en formación V de 90 grados, en bloque de cilindros de aleación fundida/caja de cambios. 

Diámetro y carrera: 94 x 77mm, 4.280cc. 

Dos cabezas de cilindros de aleación ligera.

Dos válvulas por cilindro, por encima de la cabeza, en línea. 

Funcionamiento mediante varillas de empuje y balancines de un solo árbol de levas montado en la V del bloque.

Inyección de combustible Lucas.

Potencia máxima Entre 240 CV y 340 CV según la versión.

Chasis

Chasis multitubular separado. 

Carrocería de fibra de vidrio. 

Suspensión delantera independiente por muelles helicoidales, trapecios, amortiguadores telescópicos y barra estabilizadora. 

Suspensión trasera independiente por muelles helicoidales, trapecios y amortiguadores telescópicos. 

Dirección de cremallera. 

Frenos de disco en las cuatro ruedas, con servo. 

Ruedas de aleación fundida, 15 pulgadas en la parte delantera, 16 pulgadas en la parte trasera. 

Neumáticos de 205/55-15 pulgadas (delanteros) y 225/50-16 pulgadas (traseros).

Transmisión

Tracción trasera, embrague de diafragma de una sola placa y caja de cambios manual de cinco velocidades con sincronía, todo en una unidad con motor montado en la parte delantera.

Dimensiones del TVR Griffith

Distancia entre ejes: 228,6 cm.

Eje delantero: 147,3 cm.

Eje trasero: 148,3 cm.
Longitud total: 396.2 cm.
Peso sin carga: 1.045 kg.